El hombre, desde el principio de los tiempos, ha conocido y usado la farmacia que le proporciona el bosque. Ésta le ha permitido sobrevivir, mejorar su calidad de vida y obtener valiosos conocimientos que han sido transmitidos de generación en generación. Estos saberes han sido objeto de investigaciones y forman parte de muchas herramientas médicas que hoy en día utilizan para el cuidado de su salud.
La combinación del conocimiento ancestral con la investigación y con la tecnología, ha llevado a resultados inimaginables en términos de salud. Aunque tengamos todo el conocimiento y las herramientas para cuidar nuestra vida, siempre se sigue en la búsqueda de tratamientos menos invasivos y con el menor porcentaje de efectos secundarios que puedan afectar negativamente nuestra salud. Muchas veces los tratamientos ayudan en un sentido, pero por otro lado causan daños secundarios.
Medicamentos de obtención natural
«Las plantas medicinales y los productos de obtención natural son métodos que pueden ayudar en un sinnúmero de problemas de salud que son frecuentes como: la diabetes, la hipertensión, los problemas de colesterol y triglicéridos altos, la artritis, la artrosis problemas dermatológicos y ciertos tipos de tumores, por nombrar algunos. El tratamiento se puede aplicar como complemento o como alternativa de acuerdo con las características y las necesidades de cada caso”, expreso el Director Científico y Médico de LABFARVE y Profesor Titular e Investigador de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Óscar López.
¿Qué son plantas medicinales?
Las plantas medicinales son especies que, gracias a ciertos componentes que tienen dentro de su estructura, pueden ofrecer beneficios a la salud de los seres vivos. Hay ciertas plantas que dentro de sus componentes tienen sustancias que han resultado ser terapéuticas, porque generan una actividad biológica que se puede utilizar para prevenir o tratar algún problema de salud en las personas. Como resulta lógico no todas las plantas pueden ser medicinales, ya que no todas poseen ni producen aquellas sustancias con capacidad terapéutica.
¿Las plantas tienen contraindicaciones?
«Se pueden consumir con algo de seguridad y tranquilidad teniendo en cuenta que un alto porcentaje de ellas, en la cantidad que se consumen, no generan efectos negativos en el ser humano, es decir que no alcanzan a ser tóxicas. No obstante, hay plantas que incluso en concentraciones pequeñas pueden hacer mucho daño. La planta de la nuez moscada tiene estricnina y al consumir pequeñas cantidades una persona puede envenenarse. En el mismo sentido, aunque ciertas plantas no sean tóxicas pueden generar alergias en personas que, por su constitución, poseen sensibilidad a alguno de los componentes que están presentes en la especie vegetal,” Señaló el Director Científico y Médico de LABFARVE y Profesor Titular e Investigador de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Óscar López.
Pensar en curaciones desde la perspectiva médica es bien difícil. Técnicamente la medicina resuelve problemas de salud que se pueden repetir, y eso depende de innumerables factores y cuidados. Se pueden pensar que lo que se hace realmente es controlar problemas y esto sucede tanto con los tratamientos de síntesis química como con los de obtención natural.
¿Cómo se pueden cuidar las personas con productos de obtención natural?
De acuerdo con lo que se ha investigado, se pueden manejar ciertas enfermedades con productos de obtención natural. Enfermedades metabólicas como la diabetes, la hipertensión; problemas de lípidos en la sangre, como colesterol y triglicéridos altos; problemas articulares como la artritis y la artrosis; problemas dermatológicos y ciertos tipos de tumores.
La farmacología vegetal aplica en los problemas menores de salud, es decir en los que por sus características no requieren de las grandes dosis o de la potencia que ofrecen los fármacos de síntesis. En dichos casos puede ser el tratamiento alternativo de primera línea. Cuando el problema es complicado, los productos de obtención natural pueden ser parte del esquema de tratamiento, sirviendo de complemento a los medicamentos de síntesis química, siempre y cuando la combinación de productos pueda trabajar en armonía y no desencadenando efectos indeseables o antagónicos.
Con estos manejos integrales puede ocurrir, por ejemplo, que el paciente no necesite dosis elevadas del medicamento de síntesis y esto puede minimizar los efectos secundarios que algunas veces se presentan durante los tratamientos. También podría suceder que, en casos específicos, el paciente pueda suspender la medicación de síntesis y continúe su tratamiento sólo con medicamentos de obtención natural. Todo esto depende de numerosas variables que sólo pueden ser establecidas y sopesadas por el profesional de la salud, concluyó López.