Esta modalidad de formación se consolida como una excelente alternativa para el crecimiento profesional y es tan válida como realizar el pregrado o postgrado de manera presencial. Sin embargo, al momento de tomar una decisión, hay que hacer un análisis detallado sobre lo que ofrece cada uno.
Para muchas personas, la educación es el camino para transformar sus vidas, la de quienes los rodean, e incluso, la de la sociedad. Bajo esta premisa, convertirse en profesional y, posteriormente, incluir en su formación de posgrado, es la forma de hacer posible ese cambio. Pero con el paso del tiempo, las diferentes adversidades y el avance tecnológico, en los estudiantes han surgido necesidades a las cuales las instituciones han tenido que adaptarse.
Por ejemplo, debido a la actual pandemia, que ya cumple varios meses, la academia se ha adaptado rápidamente a la situación y ha extendido sus servicios virtuales para que los estudiantes continúen sus estudios, especialmente, los de educación superior. En otro escenario, muchos profesionales que trabajan y tienen obligaciones familiares, requieren programas y postgrados de calidad, que se ajusten a sus ritmos de vida y a su presupuesto.
En ese sentido, la tecnología y la virtualidad han desdibujado un poco la obligatoria presencialidad, ampliando las posibilidades de estudio a formas semipresenciales, a distancia o en línea. Permitiéndole a las personas derribar las barreras geográficas más fácil y acceder a una oferta más variada y de mejor calidad.
Javiera Visedo, Directora de de Educación de Education New Zealand para Chile y Colombia y experta en el tema educativo, comenta cómo Nueva Zelanda y algunas universidades del país se han adaptado a dichas necesidades y le han ofrecido más oportunidades a los estudiantes. “En nuestro país, las universidades son reconocidas por crear sólidas comunidades virtuales que llevan a buen término un plan de estudios. Adicionalmente, todos los programas universitarios en nuestro país, ya sean en línea o en aulas tradicionales, deben ser aprobados y acreditados por la Agencia de Calidad Académica externa e independiente”
En Nueva Zelanda, los estudiantes pueden crear su propia experiencia académica y, siguiendo los lineamientos de cada universidad, pueden construir un plan de estudios flexible en el que también incluyan un gran porcentaje de clases virtuales. “Ya sea en un salón de clases o a través de una plataforma tecnológica, nuestra prioridad es ofrecer una educación de calidad que se adapte a las condiciones de los estudiantes para que así puedan vivir una experiencia enriquecedora”, agrega Visedo.
En el país kiwi, universidades como Massey y Otago tienen una trayectoria importante en el campo de la educación virtual. Por ejemplo, la Universidad de Massey cuenta con la modalidad en línea desde hace aproximadamente 60 años, por lo cual es líder global en este tipo de educación. En el caso de la Universidad de Otago, ofrece un MBA en línea que fue calificado por CEO Magazine en 2020 como el 5to mejor de su categoría en el mundo y ocupó el primer lugar en Nueva Zelanda.
A continuación algunos consejos que ofrecen estas dos universidades de Nueva Zelanda sobre sobre el aprendizaje en línea y cómo elegir un buen programa de educación a distancia, empezando por lo que no se debe hacer:
¿Qué hacer?
• Asegúrese de que la institución educativa esté acreditada, especialmente para programas profesionales.
• Busque las actividades de investigación de la institución o departamento.
• Pregunte cómo está organizado el programa, trabajo o curso: ¿Es todo individual o incluye sesiones grupales? ¿Tiene detalles de cómo se llevarán a cabo los módulos de estudio o evaluaciones? Es mejor verificar esto ya que los programas en línea se ofrecen en una gran variedad de formatos.
• Consulte a un asesor de cursos en una futura universidad o institución antes de enviar documentación. Un buen consejo lo ayudará a inscribirse con confianza.
• Pregunte si hay una página de redes sociales como Facebook donde interactúen los estudiantes actuales o si podría contactarse con algunos estudiantes.
• Asegúrese de poder dedicar el tiempo necesario al programa en línea.
• Pregunte qué apoyo en general y académico está disponible y cómo acceder a él.
• Pregunte cuántos estudiantes habrá en su grupo y quién dictará el programa.
• Evalúe los costos pero no es recomendable hacer la elección solamente basado en este aspecto. El valor es una alternativa para tener en consideración, pero no la única al comparar programas de postgrado en línea.