Sin distinción de edad, realizar algún tipo de actividad física trae variedad de beneficios para la salud. Cualquier espacio, incluso dentro del hogar, puede ser un escenario propicio para ejercitarse. A continuación, encontrarás una serie de consejos útiles para realizar ejercicio en casa y adoptar un estilo de vida activo y saludable.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un nivel adecuado de actividad física -entre la que se cuenta el ejercicio-, no solo reduce el riesgo de desarrollar alguna enfermedad, si no que mejora la salud ósea y funcional. Además, es un factor determinante del gasto energético, por lo que es fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
De ahí la importancia de la actividad física y de encontrar alternativas a las limitaciones que se puedan presentar a la hora de hacerla. Carlos Ulloa, Médico del Deporte e Integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife Nutrition, hace las siguientes recomendaciones para realizar actividad física en el hogar de forma segura.
“Iniciar la actividad física en casa debe hacerse progresivamente. Lo primero es reconocer nuestras limitaciones, ya sean por lesión o enfermedad consultando al médico de confianza. Si nunca hemos realizado actividad física, debemos empezar suave con ejercicios como caminar, trotar o montar en bicicleta sin llevar al cuerpo a sobre esforzarse”, puntualiza Ulloa.
Con el fin de llevar a cabo una rutina de ejercicios que no genere afecciones adversas, el experto en Medicina del Deporte señala cinco aspectos que se deben tener muy en cuenta a la hora de iniciar con una actividad física en casa.
1. Primero la seguridad. Elegir un lugar seguro, ventilado e iluminado para realizar los ejercicios, sin tapetes ni superficies irregulares o desniveles que puedan ocasionar resbalones o caídas. Los elementos inestables como butacas o escaleras de armar tampoco son apropiados. Si se presenta fiebre o algún dolor, lo recomendable es detener la actividad y consultar al médico de inmediato.
2. El calentamiento nunca puede faltar. Un calentamiento adecuado inicia con movimiento articular, luego calistenia, que son movimientos más activos para poner a punto los músculos. Por último, hacer estiramientos musculares.
3. Hidratación. Antes de iniciar, durante y al finalizar la actividad física se deben consumir, por lo menos, de 1 a 2 litros de una bebida hidratante. Dependiendo de la duración, el esfuerzo, la temperatura y la humedad del lugar se debe consumir líquido.
4. Crear el hábito. Establecer horas y frecuencias de la actividad física, pues esta es la única forma de poder hacer cambios duraderos en los hábitos de vida activa y saludable.
5. La alimentación también es importante. Lo ideal son 5 comidas al día, todas deben incluir proteína, no realizar actividad física en ayunas y consumir proteína con carbohidratos al finalizar la sesión de entrenamiento para recuperar los músculos y la energía gastada.
La actividad física no solo puede traer beneficios relacionados con el normal funcionamiento del sistema cardiovascular, sino también con el normal funcionamiento del organismo incluyendo el sistema inmune. El experto, Carlos Ulloa, añade que se deben encontrar soluciones a las posibles limitaciones a la hora de hacer actividad física para beneficiar los sistemas fisiológicos, aprovechando todo lo que se tenga disponible.