El milagro de las aguas termales: belleza, salud y bienestar en cada gota

Las aguas termales son una fuente natural conocida desde la antigüedad por sus propiedades curativas, las cuales están enriquecidas con minerales que ofrecen beneficios únicos para la salud de la piel y el bienestar en general. Pero ¿qué hace a las aguas termales tan especiales?

Sus características ayudan a combatir enfermedades cutáneas, gracias a su capacidad para eliminar agentes microbianos, mejorar la microcirculación y estimular procesos inmunológicos. Además, el calor de las aguas dilata los vasos sanguíneos, promoviendo una mejor circulación y mayor flexibilidad en tejidos como músculos y piel.

De acuerdo con Astrid Lorena Ruiz, dermatóloga clínica y estética adscrita a Colsanitas, este recurso natural ofrece importantes beneficios en el cuidado de la salud, ya que son fuentes emergen a altas temperaturas debido al calor geotérmico, lo que les permite estar enriquecidas con minerales esenciales como calcio, magnesio, zinc y azufre.

«Estos minerales contienen propiedades regenerativas, antioxidantes y queratolíticas que no solo mejoran la apariencia de la piel, sino que también permiten protegerla y fortalecerla» agregó Ruiz, quien adicionalmente comparte los cuatro principales beneficios dermatológicos de estas aguas:

1. Estimula la producción de colágeno, elastina y melanina, que son esenciales para mantener la piel firme, elástica y uniforme, además de que refuerzan la integridad de la piel y controla la pigmentación.

2. Mejora la barrera cutánea, al permitir una mayor hidratación y la estimulación del metabolismo celular, lo que previene inicios de resequedad e irritación en la piel.

3. Neutraliza los procesos de oxidación de la piel, al actuar como un antioxidante, lo que ayuda a mantener una piel más saludable mientras retrasa los signos de envejecimiento.

4. Alivia afecciones dermatológicas como rosácea, acné, dermatitis atópica, quemaduras solares, irritaciones cutáneas y eccemas, por su capacidad en restablecer el equilibrio de la epidermis y fortalecer la función de barrera de la piel.

Además, se ha revelado el potencial terapéutico de los microorganismos presentes en estas fuentes termales, los cuales producen compuestos bioactivos capaces de tratar afecciones como xerosis, dermatitis atópica y pigmentación desigual. Este hallazgo está impulsando el desarrollo de nuevos cosméticos basados en probióticos derivados de estos recursos naturales. De esta manera, las aguas termales se consolidan como un activo invaluable para la salud y el bienestar, su riqueza mineral y propiedades no solo favorecen la salud cutánea, sino que también promueven un enfoque sostenible e innovador en el cuidado integral de las personas.