Elegir la tecnología a conciencia permite mejorar el medioambiente y la productividad

Por Diego Rosero, Country Manager para Epson Colombia.

Es cierto que todos los componentes del entorno empresarial tienen que esforzarse más. Estamos acostumbrados a cuestionar todos los costos en nuestras cuentas, y en los presupuestos de los departamentos, pero tenemos que asegurarnos de examinar también los costos ocultos.

Por supuesto, los niveles de productividad y todo el concepto de lo que significa para ser productivo varían de un país a otro. Sin embargo, donde sea que operemos el desafío clave consiste en aprovechar al máximo nuestro valioso tiempo. ¿Cómo podemos estar seguros de que todos nuestros compañeros de trabajo disponen de lo necesario para trabajar de la forma más eficaz posible? ¿Cuál es la mejor forma de tener en cuenta el impacto medioambiental y social de nuestra estrategia? ¿Y cómo contribuye todo esto a nuestro rendimiento?

No se trata de preguntas nuevas. El problema es que ya hemos aprovechado las oportunidades fáciles, las metas sencillas que nos ofrecen más tiempo en nuestro día empresarial, que reducen los costos operativos y nos hacen más ecológicos.

La tecnología y las aplicaciones han transformado todo lo que podemos conseguir; la innovación nos ha permitido reducir los costos a todos los niveles. Las grandes tendencias como el cambio climático y la normativa internacional sobre emisiones de carbono han inspirado mejoras radicales en las tecnologías de la energía y en los modelos de negocio. Todo esto nos ha permitido ser más eficientes y sostenibles. Incluso podemos cambiar nuestro propio comportamiento para contribuir a conseguir una mayor claridad estratégica.

Pero las empresas no se detienen, ni tampoco las exigencias que se les plantean. Las organizaciones están sometidas a una presión continua por mejorar la productividad y reducir los costos ocultos. A veces, un cambio sencillo puede aportar un enorme beneficio mutuo.

Por ejemplo, el caso de las impresoras de inyección de tinta. ¿Puede una impresora de inyección de tinta de oficina marcar la diferencia en la empresa trabajando más y de forma más responsable? En una palabra, sí. Por un lado, se logra ahorrar electricidad, y al mismo tiempo, evita la emisión de CO2.

Para un responsable de tecnología de impresión de la empresa, es una doble ventaja inmensa. Se liberan recursos que se pueden invertir en la empresa, además de ofrecer un impacto tangible, real y sostenible. Un ahorro significativo no tiene que producirse a costa del medioambiente. Innovaciones como esta eliminan la necesidad de «blanqueo ecológico», la mala práctica de enumerar principios «ecológicos» que afectan poco o nada al rendimiento empresarial o al medioambiente.

A la hora de considerar los costes de funcionamiento visibles en la impresión, tendemos naturalmente a centrarnos en reducir el gasto por página, pero es en los costos ocultos donde los avances tecnológicos también pueden tener un gran impacto positivo.

Reducir el tiempo dedicado al mantenimiento y arreglo de impresoras y a la realización de pedidos de consumibles es un buen punto de partida. El personal de informática y de gestión de las instalaciones agradecería sin duda disponer de más tiempo para dedicarlo a las tareas realmente fundamentales. ¿Qué tal un tiempo de encendido y de impresión más rápido? Mejor aún, ¿qué tal un personal más productivo dotado de servicios de impresión flexibles que le permitan imprimir en cualquier parte y desde cualquier dispositivo que le convenga cuando trabaje fuera de la oficina?

Contextualizar el rendimiento de la impresión de inyección de tinta ayuda a ilustrar la cuestión. En la educación, liberar recursos (y tiempo) significa invertir en el aprendizaje de los estudiantes. En el sector minorista, significa tiempo y dinero para mejorar e invertir en la satisfacción del cliente. En los hospitales, permite liberar al personal médico para dedicar más tiempo valioso con los pacientes. Y en el sector empresarial significa disponer de más tiempo para centrarse en las ventas y en la rentabilidad.

En la búsqueda interminable de la eficiencia, nuestros entornos de trabajo tienen que trabajar más para responder a las presiones de la competencia. Es posible que la impresora de inyección de tinta de oficina no parezca, a simple vista, respetuosa con el medio ambiente, pero podría hacernos un favor a todos en términos de tecnología sostenible, ofreciendo sin lugar a dudas unos ahorros importantes y muy significativos.