Empresas familiares enfrentan reto de superar la tercera generación

Bridgestone creó un programa de capacitación para que sus distribuidores conozcan sobre negocios familiares, su permanencia y retos frente a la globalización.

¿Cómo asegurar el éxito de un negocio familiar? Esta es la pregunta que se hacen muchos empresarios de este tipo de negocios. En ocasiones se cree que las reglas de la empresa son las mismas que en la casa y, por lo tanto, se confunden los roles y generan problemas, con consecuencias como pérdidas o lento crecimiento en la organización.

Por este motivo, Bridgestone decidió crear un programa de capacitación para que sus distribuidores conozcan más sobre los negocios familiares, su sostenibilidad, desarrollo y retos que tienen frente a la globalización. Este programa se ha desarrollado exitosamente en México, Ecuador, Centroamérica y Caribe, y ahora en Colombia.

“Para Bridgestone es fundamental atender las necesidades de sus aliados, y en el caso de nuestros distribuidores que, en su gran mayoría tienen un modelo de negocio familiar, por lo que apoyarlos para garantizar la permanencia de sus empresas es fundamental”, comentó Genaro Jiménez Barragán, gerente de Trade Marketing para Bridgestone Latinoamérica Norte.

La empresa brindó un diplomado privado, de cuatro módulos con el nombre “Creando Valor Juntos”, en el que sus distribuidores conocieron de la mano de los expertos internacionales Carlos Cosío y Patricia Lavin, herramientas para hacer crecer su empresa familiar, análisis de casos de estudio reales, así como consejos para que su negocio sobreviva a las diferentes etapas y distintas generaciones.

Los expertos señalaron que las estadísticas mundiales relacionadas a la supervivencia de las empresas familiares apuntan a que solamente el 6% de éstas llegan a superar la tercera generación, por lo que es importante que los empresarios se preparen ante este panorama.

El taller brindó a los participantes cuatro consejos clave para que sus empresas familiares se fortalezcan y logren salir adelante:

• La comunicación es la base: por ser una empresa familiar muchos de sus participantes creen que se entienden fácilmente porque son hermanos, primos, padres, hijos o familiares muy cercanos, pero como en cualquier otra empresa, es necesario proveer herramientas para comunicarse, evaluar continuamente los procesos de comunicación y buscar continuamente la retroalimentación.

• Se deben definir roles: cada colaborador debe tener su rol definido dentro de la organización y conocer cuáles son sus responsabilidades. Si esto no se define, se puede dar pie a malentendidos, decisiones no consensuadas, procesos que queden a la deriva y roces internos innecesarios.

• Conocimiento del negocio: quienes integren la organización deben, además de conocer su rol, estar capacitados en el área en que se desempeñen, esto permitirá que la operación de la empresa sea fluida. Para lograr esto se requiere invertir en capacitación para los miembros de la familia que trabajen para el negocio.

• No es lo mismo gobierno que dirección: el gobierno tiene que ver con la propiedad de la empresa, la dirección está relacionada con el ejercicio y operación de la misma. Una empresa necesita de ambos y no necesariamente es la misma persona quien debe ejercer los dos roles.

Cabe señalar que la confianza entre sus miembros y la rapidez en la toma de decisiones, son ventajas que tienen las empresas familiares sobre otro tipo de negocios.

Bridgestone reconoce que sus distribuidores forman parte de la fuerza central que impulsa a la compañía y, en este sentido, busca ofrecerles espacios de capacitación, motivación y desarrollo, que favorezca el logro conjunto de los objetivos de negocio.