Historia y usos de maletines y bolsos

Cuando hay que transportar elementos personales, la gente lo hace de diversas maneras. Y un determinado y cómodo método se ha transformado en una declaración de moda. De esa forma, maletines, mochilas, carteras y maletas de convirtieron en elementos indispensables en la vida de hombres y mujeres.

A lo largo de los años, los maletines portafolio, por ejemplo, se han transformado en la mano derecha de profesionales que deben transportar documentos, notebook y otros elementos laborales importantes. Es el método más cómodo y seguro para ese fin.

Sin lugar a dudas, el maletín portátil es un artículo que forma parte del mundo de las personas que trabajan en diversos lugares con sus notebooks. Hoy en día, con el avance de la tecnología y los trabajos que se realizan de forma virtual, poder facilitar el transporte de los elementos laborales es fundamental.

Por otra parte, poder contar con un maletín ejecutivo a la hora de tener que participar en una reunión laboral importante o al momento de visitar un socio o colega de trabajo, también transmite una imagen profesional esencial cuando se quiere obtener resultados positivos.

¿Cuál es el origen del bolso?

En primer lugar, es necesario definir los bolsos: son usados para llevar diversos objetos personales consigo en el día a día. En el caso de las mujeres, por ejemplo, son para llevar maquillaje, dinero, llaves, monedero y celular.

El monedero, por ejemplo, es un bolso pequeño para llevar monedas. Su origen remonta al año 3300 antes de Cristo y desde entonces, continúa usándose en la actualidad. En cuanto al bolso, no es posible indicar una fecha específica sobre su origen; sin embargo, hay registros de una gran antigüedad, pues en las pirámides de Egipto hay dibujos donde se pueden observar a personas cargando pequeñas bolsas atadas con cordones a la cintura.

En aquella época se utilizaba para llevar alimentos, pero atado a una rama o bastón. En definitiva, los bolsos nacieron por la necesidad de tener que cargar objetos indispensables de siglos pasados, como monedas, abanicos, reliquias, libros de rezos, piedras preciosas y tantas otras cosas.

Existe un mito de la antigüedad, que decía que los bolsos de mano femeninos ¡escondían secretos! En algunas tribus africanas se creía que el bolso de la hechicera transportaba poderes sobrenaturales que le permitían contactar con fuerzas superiores. Por ese motivo, ningún hombre se atrevía a abrir un bolso de mujer. ¡Tenían miedo!

Diferencias entre los bolsos masculinos y los femeninos

Es posible afirmar que, hasta el fin de la Edad Media, los bolsos masculinos y los femeninos se diferenciaban por el diseño y el tamaño: los bolsos masculinos eran, por lo general, más grandes y hechos de cuero.

En aquella época existían bolsos pequeños y delgados, que se llevaban colgados hasta las rodillas, atados a la cintura. Eran tan importantes que, incluso, se los dejaba como parte de un testamento para los parientes.

Con respecto a los bolsos femeninos, debido a la gran cantidad de elementos que las mujeres llevaban en ellos, lógicamente era necesario recrear el bolso para que no desfigurara la silueta femenina y aliviará el peso.

Las modificaciones de los bolsos con el pasar del tiempo

En el siglo XIX surge por primera vez el término ‘handbag’ en inglés, para definir lo que es un bolso de mano. En ese entonces era un tipo de bolso que era cargado por hombres. Era una miniatura de lo que hoy conocemos como maletas de viaje. Tenían una cerradura con llave y un compartimiento para guardar los pasajes.

Sobre el final de aquella época, los bolsos pasaron a estar presentes en el vestuario femenino. Eso sucedió cuando la princesa Alexandra hizo popular el uso de las ‘Chatelaines’, unos bolsos pequeños y muy delicados, creados sobre conceptos medievales. Eran muy cómodos, porque al llevarse en la cintura, mediante una cadena, dejaban libres las manos de las mujeres.

Ese tipo de bolsos representaban el poder de las mujeres de aquella época que, al circular con ellos, mostraban que podían llevar consigo todas sus pertenencias sin necesitar la presencia de un hombre. Era el símbolo de la mujer independiente.

En el mundo de la moda, gracias a los avances tecnológicos, surgieron nuevos materiales y la posibilidad de ir modificando el producto de acuerdo a cada estación y de acuerdo a diversas ocaciones especiales. Así surgieron los bolsos resistentes al agua para la playa, las mochilas o morrales para diversos tipos de uso.

Durante la Primera Guerra Mundial hubo alteraciones gracias a la emancipación femenina: las mujeres podían cambiar de estilo de vida. Un bolso con brillo, por ejemplo, era para guardar el maquillaje.

Los bolsos ya no necesitaban combinar perfectamente con la ropa, como antiguamente, y el bolso cartera se usaba colgando del brazo.

En los años 30, cuando aumentaron las producciones culturales y artísticas, surgieron los materiales más baratos que el cuerpo y, de ese modo, surgieron los bolsos y mochilas de plástico. Ya sobre el final de esa década el tamaño de los bolsos aumentó y surgieron otros materiales, como el cuero de cocodrilo, por ejemplo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de muchos materiales, la creatividad aumentó y comenzaron a surgir los bolsos de tela. Recién en la década del 50 surgieron las primeras grandes marcas como Chanel, Vuitton y Hermes, que crearon bolsos elegantes.

En el año 1955 Chanel creó la bolsa de cuero en matelassé con correas de cadena, un clásico. Ya en la década del 60 surgieron los bolsos con influencias de movimientos artísticos, con estampados geométricos.

Los bolsos colgados al hombro surgieron posteriormente, y eran muy usados por las azafatas. En la década del 80 surgieron los bolsos estilo maletines, muy prácticos para las mujeres que ya estaban en el mercado de trabajo. Esas mismas mujeres comenzaron a usar el maletín ejecutivo.

Aparecen las mochilas de nylon, cuando surge la fiebre por ir a los gimnasios, al mismo tiempo que las riñoneras llevadas en la cintura. Hoy en día, los maletines ya vienen con compartimientos para el celular, las llaves, la billetera, notebook, etc.