Invertir en criptomonedas sin tener que comprar criptomonedas

Invertir en criptomonedas hace ya tiempo que se desligó de comprar criptomonedas. Es posible adquirir este tipo de monedas virtuales si dispones de un e-wallet o monedero digital, o minarlas tú mismo, aunque esta segunda opción es para personas con conocimientos muy avanzados en tecnologías de bloques o blockchain.

La forma más sencilla de invertir en criptomonedas es hacer trading con ellas a través de instrumentos financieros como pueden ser los contratos por diferencia o CFDs que se basan en el precio de un activo subyacente, que en este caso sería una criptodivisa concreta. Esta sería la forma más rápida y fácil de invertir -que no de comprar- criptomonedas.

Antes de elegir el bróker con el que operar en criptomonedas debes intentar conocer bien el activo. La primera criptodivisa en el mercado, que se podía comprar y vender, fue el bitcoin en 2010. Hoy hay más de 200 monedas virtuales diferentes, aunque no todas valen para invertir. Para ello han que tener un cierto volumen de mercado y existe una gran diferencia entre la capitalización del bitcoin (340.000 millones de dólares) o del Ethereum (65.200 millones) y la del décimo valor del mercado, el binance coin (4.033 millones).

Una criptodivisa vale lo que el mercado diga que vale, lo que se pague por ella, pero detrás de algo tan sencillo se esconde la implantación que tenga en el mercado y esto lo da su tecnología, lo que dota de seguridad al sistema que soporta la divisa.

Su volatilidad es muy elevada porque no responde a las noticias macroeconómicas o a la evolución de una empresa. Más bien les influye la evolución del mercado de criptodivisas, la regulación del mismo y los avances tecnológicos que acerquen las criptomonedas al mundo real. Por lo tanto, las criptomonedas son un activo con muy poca correlación con otros activos en los que se puede invertir.

¿Es rentable invertir en criptomonedas?

Aparentemente, sí. El bitcoin ofrece en 2020 una revalorización de más del 150%, muy por encima de lo que ofrece cualquier otro activo en el que se hubiera podido invertir. Y eso que también sufrieron las ventas cuando la pandemia por la covid-19 se hizo más presente. Pero cuidado, hablamos de rentabilidad. Si lo compras con e-wallet la custodia reduce la rentabilidad de la operación.

Sin embargo, el bitcoin no es la criptomoneda más rentable en 2020, pues el Ethereum, la segunda más conocida o más negociada en el mundo, ofrece una revalorización a primeros de diciembre del 340% y del 300% en los últimos doce meses.

El Ethereum es un claro ejemplo de lo que decíamos antes, pues su importante revalorización viene por los avances tecnológicos que ha conseguido en las últimas semanas, principalmente, con el lanzamiento de su nueva red.

Otra de las monedas que se sitúa entre las diez más negociadas del mundo, el ripple, tampoco se queda atrás. Su revalorización en lo que llevamos de año supera el 180%, mientras que roza el 150% en el último año. Visto así, parece muy evidente que invertir en criptomonedas es rentable. Otra cosa es que, dada su naturaleza, deban ser sólo una parte de una cartera de activos y no la inversión principal.

Como ejemplo, la cotización del bitcoin cash, el hermano pequeño del bitcoin, es del 30% en lo que llevamos de año y del 28% en los últimos doce meses. No es que quien invirtiera en bitcoin cash haya perdido dinero en 2020, pero si es verdad que comparado con lo que habría ganado invirtiendo en otras criptomonedas, no parece gran cosa.

Recuerda que el índice estadounidense del S&P 500 está en máximos históricos (3.700 puntos) a principios de diciembre y ofrece sólo una rentabilidad del 14% en lo que llevamos de año y del 17% en los últimos doce meses.