La eterna elegancia del negro

Si hablamos de colores y moda, el negro es el rey. Ninguno se le compara en temas como versatilidad, fuerza, control y poder. Favorito de Coco Chanel, artistas y creativos, es la tonalidad perfecta cuando se busca lucir elegante y moderna, pero a la vez práctica y atemporal. ¿Quién no tiene en su closet un little black dress, ese vestidito negro perfecto? Y junto a él, unos pantalones negros, una blusa negra y una falda negra. Cuando Lady Gaga se convirtió en Audrey Hepburn para transmitir una elegancia exquisita, lo hizo con un impactante vestido negro en los Premios Oscar.

En el mundo del maquillaje y la belleza el negro también ocupa un lugar protagónico. Para demostrarlo está un delineado «cat eye» en negro o unas uñas pintadas de este color. Incluso, los tiempos en que el labial negro era visto con recelo y reservado solo para las más oscuras estrellas de rock o aquellos con marcada inclinación gótica, pasaron a la historia. Hoy aparecen nuevas versiones ampliando su rango de atractivo y posibilidades de uso.

Los hogares tampoco han escapado a la obsesión por el negro:  las cocinas negras, el negro en azulejos, mobiliario, topes y detalles, otorga un aire de sofisticación y modernidad incomparable. Las «Black Edition» que nacen en el mundo de la tecnología son otra buena prueba. Para una muestra, la Switch 7 Black Edition de Acer, impecablemente negra y elegante, un ejemplo de hasta dónde el diseño convierte lo cotidiano en un derroche de estilo, un portátil que todos queremos tener, y exhibir.

Mientras, la comida negra es una tendencia que crece bajo la etiqueta #blackfood para definir la última corriente foodie. Pastas, pizzas, hamburguesas, panes, jugos, tragos, postres, helados negros conquistan Instagram y se instalan en la vida de sus seguidores teniendo como ingrediente principal al carbón activado.

¿El negro sigue siendo el rey? Parecería que sí y por mucho más tiempo.