La sobreexposición a los dispositivos digitales agudiza los síntomas del Síndrome de ojo seco, una afección que afecta el 40% de la población a nivel mundial.
Durante la pandemia la jornada laboral aumentó un 40% y el uso de internet un 37,8%, lo que sugiere una alta sobreexposición a dispositivos digitales incrementando el riesgo de padecer el Síndrome de ojo seco al inhibir el parpadeo. Por ello en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Visión 2020, que se celebró el 8 de octubre, expertos médicos como la doctora María Fernanda Delgado hacen un llamado a la prevención, diagnóstico y tratamientos oportunos de esta afección.
El Síndrome de Ojo Seco es una enfermedad en la superficie ocular que ocurre cuando las lágrimas no lubrican los ojos de forma adecuada. Se calcula que hasta un 30% de las personas que acuden a nuestra consulta lo hacen por este motivo, sobre todo personas mayores, si bien se manifiesta con gravedad en un porcentaje mucho menor generando un gran impacto en la calidad de vida de quienes lo padecen.
Entre los síntomas más molestos de esta afección se encuentran la picazón, el ardor, los ojos rojos, la sensación de un cuerpo extraño en el ojo, visión borrosa, resequedad, cansancio en los ojos, lagrimeo y fotofobia moderada o intensa. Algunos de estos síntomas se agravan en ciertos ambientes con calefacción excesiva, aire acondicionado, o en determinadas épocas del año.
La doctora María Fernanda Delgado, médica oftalmóloga y glaucomatóloga destaca que “para la detección temprana de esta patología es clave que todas las personas tengan mínimo un control oftalmológico, una vez al año en condiciones normales para evitar complicaciones, cuidar los ojos y mantener una adecuada salud visual. Si tiene síntomas lo importante es consultar inmediatamente para hacer un estudio de la superficie ocular y así poder dirigir cuál es el tratamiento, más adecuado según el tipo de ojo seco”.
Este síndrome se puede prevenir modificando los hábitos que puedan incrementar los factores de riesgo como el uso prolongado de los lentes de contacto, actividades que disminuyen el parpadeo; como mirar una pantalla por largos periodos de tiempo, leer, conducir o usar lentes de contacto durante mucho tiempo y evitando ambientes que sequen el ojo como habitaciones con temperaturas muy altas o bajas, lugares con poca humedad o donde se utilicen ventiladores o aire acondicionado.
Así mismo la especialista Delgado afirma que “entre los tratamientos más comunes para este síndrome, se encuentran las lágrimas artificiales, que ofrecen un tratamiento efectivo para aliviar los síntomas y tienen como función dar lubricación y viscosidad, mejorando la humectación de la superficie ocular. Las lágrimas son importantes durante el día, y si la resequedad es mayor antes de ir a dormir es muy frecuente que se recomiende el uso de soluciones lubricantes más viscosas. En medio de la pandemia, la conmemoración de este día nos recuerda la importancia de generar conciencia sobre este síndrome y acompañar a los pacientes y familiares en medio del confinamiento en el cuidado de sus ojos para una adecuada salud visual”.