Santo Domingo, capital del Merengue y la Bachata

Una visita al corazón del nuevo mundo.

La fascinante historia de la capital de República Dominicana, origen del Nuevo Mundo, se extiende por cada una de sus calles. Jalonada de edificios ilustres que son el reflejo de un pasado de gloria y prosperidad, la ciudad sigue siendo un punto de encuentro de culturas y nacionalidades que enriquecen con su presencia un presente y un futuro prometedores.

Frente al resto de destinos del país, las vacaciones en Santo Domingo se presentan como una auténtica experiencia cultural. Siendo éste el núcleo principal del patrimonio histórico – artístico de República Dominicana, las visitas a monumentos emblemáticos como su catedral (la primera de América), el Faro de Colón o el Palacio Virreinal resultan obligatorias.

Pero el encanto de la Zona Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1990, no es el único motivo por el que el visitante se quedará enamorado de esta urbe caribeña. La energía positiva que transmite esta ciudad es una invitación a contagiarse de su sabor y de su optimismo. Los exclusivos hoteles en Santo Domingo y su estupenda oferta turística son una excelente manera de sumergirse en el ritmo característico de esta ciudad, explorar sus antiguas ruinas y descubrir su riqueza natural. La amplia oferta de vuelos a Santo Domingo es una oportunidad única de descubrir esta increible ciudad en cualquier época del año.

Cae la tarde sobre el malecón. Las montañas del horizonte se tiñen de rojo mientras la noche se va bebiendo las aguas cristalinas del Caribe. La imaginación se deja llevar por las primeras notas de la güira y la tambora que marcan el son de un merengue. Es el final de un día sensacional en la capital de República Dominicana y la promesa de una nueva jornada repleta de emociones.

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Detalles de Santo Domingo

La Ciudad Colonial de Santo Domingo fue el primer asentamiento europeo en tierras americanas al comienzo de la conquista del Nuevo Mundo. Su origen se remonta a finales del siglo XV, y las primeras construcciones destacadas, como la catedral o el alcázar, a comienzos del siglo XVI. Los ejemplos de arquitectura militar, urbana y religiosa de la época han convertido el centro de la capital en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La imagen de Santo Domingo dista mucho de la típica estampa de turismo de playa con la que se ha hecho popular el país. Se trata más de un destino cultural que, sin perder el sabor de lo más auténtico del Caribe, concentra su interés en otro tipo de actividades más allá de las populares playas de Boca Chica, Juan Dolio o La Matica. En sus calles adoquinadas se concentra lo más importante de la historia colonial de República Dominicana, con monumentos de gran relevancia como la Fortaleza Ozama, el Palacio de la Real Audiencia o la Puerta de la Misericordia. Un museo al aire libre en el que acercarse al fascinante pasado del país.

Lugares de Interés en Santo Domingo

Catedral de Santo Domingo

Se conoce también como Catedral Primada de América o Basílica Menor de Santa María y fue consagrada por el papa Julio II en 1511. Sin embargo, su construcción se demoró bastantes años ya que de forma habitual los trabajadores abandonaban las obras para aventurarse en la búsqueda de oro en otras colonias de nueva fundación como México. Hasta 1540 no se finalizaría el proyecto y hasta 1546 no sería declarada Primera Catedral de América tras una petición expresa del emperador Carlos V al papa Pablo III. Durante algún tiempo albergó los restos de Cristóbal Colón, hasta que fueron trasladados al Faro de Colón.

Fortaleza de Ozama

Se erige frente a la desembocadura del río Ozama, del que toma su nombre, y fue la primera construcción militar de la colonia a comienzos del siglo XVI. Se erigió con aspecto medieval por orden del gobernador Nicolás de Ovando con el objetivo de proteger a la recién fundada ciudad de los ataques portugueses, franceses e ingleses, así como de los numerosos piratas que navegaban por la zona en busca de los mejores botines.

Los Tres Ojos

Algunas de las cuevas más populares de las islas no se descubrirían hasta comienzos del siglo XX. Las de Los Tres Ojos, ubicadas en el Parque Mirador del Este son un ejemplo. Cuatro hermosas grutas conectadas entre sí, producto de la división de una caverna que se formó hace miles de años. Los Tres Ojos hacen referencia a esas nuevas grutas, cada una con su propio lago, en torno a un único lago central que es el que se observa desde el exterior. El lugar, que probablemente fue frecuentado por los aborígenes de la isla, se puede visitar con un recorrido en barca.

Alcázar de Colón

El rey Fernando el Católico concedió a don Diego de León, virrey de las Indias, los terrenos sobre los que se hoy se erige este alcázar, el primer palacio fortificado del Nuevo Mundo. Esta hermosa residencia colonial se construyó con rocas coralinas, manteniendo un estilo arquitectónico ecléctico con toques del renacimiento, el gótico y el mudéjar. La monumentalidad del edificio también se refleja en las cifras: un total de 55 estancias y 72 puertas y ventanas delimitan el espacio de esta ilustre construcción en la que se reunieron conquistadores de la talla de Balboa, Cortés o Velázquez.