Una rara mutación en una mujer colombiana revela nuevos objetivos para la investigación y el tratamiento del Alzheimer

En 2016, se examinó el cerebro y el genoma de una mujer colombiana de 73 años de edad que padecía la enfermedad de Alzheimer de aparición temprana en su familia para determinar los factores que la protegieron del deterioro cognitivo durante décadas después de la edad prevista de aparición clínica.

La mujer llevaba una mutación de presenilina 1, que causa la enfermedad de Alzheimer (AD) a la edad de 50 años y se encontró en más de 1.000 miembros de su familia completa.

Los investigadores de Massachusetts General Hospital encontraron que la mujer también portaba dos copias de una rara mutación en el gen APOE conocido como Christchurch, que impide que el APOE se una a ciertas moléculas.

El análisis del genoma de una mujer colombiana de 73 años ha abierto una nueva vía para la investigación y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

Un equipo de investigadores dirigidos por Yakeel T. Quiroz, PhD, neuropsicóloga y directora del  Laboratorio de Neuroimágenes de Demencia Familiar y del Programa Multicultural de Prevención del Alzheimer de Massachusetts General Hospital, Joseph Arboleda-Velasquez, MD, PhD, científico asistente del Instituto de Investigación Ocular Schepens de Mass Eye and Ear, y sus colegas informaron que una mutación en el conocido gen de riesgo de Alzheimer, APOE, puede haber protegido la cognición y la independencia funcional de la mujer durante varias décadas más de lo esperado.

Sorprendentemente, los resultados de las tomografías por emisión de positrones del cerebro de la mujer mostraron más acumulación amiloide que en cualquier otro miembro de la familia, pero no mostraron ningún daño importante en las neuronas y una acumulación mínima de la proteína tau mal doblada. La mujer también era portadora de la mutación de la presenilina 1 (PSEN1), causante del Alzheimer, pero no desarrolló un deterioro cognitivo leve durante treinta años después de la edad prevista de inicio clínico para las personas con una mutación de la PSEN1.

La secuenciación del genoma reveló que la mujer portaba dos copias de una mutación de APOE3 conocida como Christchurch, que impide que la proteína APOE se una fuertemente a los proteoglicanos de sulfato de heparán (HSPG). Los investigadores sostienen que los HSPG facilitan la propagación de la proteína tau, lo que sucede menos a medida que la mutación Christchurch disminuye la capacidad de la APOE para unirse a los HSPG.

La cantidad de acumulación de amiloide en el cerebro de la mujer también puede indicar que su protección contra el deterioro cognitivo no dependía de la descomposición del amiloide en el cerebro.

Aunque la relación entre la mutación de Christchurch, los HSPG, la acumulación de tau y la neurodegeneración sigue sin estar clara, los investigadores dicen que los hallazgos del estudio de caso podrían servir de base para futuros tratamientos que imiten los efectos de la mutación en los efectos vinculantes del APOE.