En lo corrido del 2020 la implementación de la tecnología Blockchain se aceleró, dando solución a las necesidades que presenta la nueva escena mundial.
La cadena de bloques permite implementar de manera rápida soluciones tecnológicas más ágiles, eficientes, autónomas e inclusivas, que además aporten una mayor confianza.
Aunque la adopción de la tecnología Blockchain, tanto en procesos gubernamentales, como institucionales e industriales había ganado terreno en los últimos años, la masificación de la cadena de bloques venía dándose de manera lenta. Sin embargo, las medidas de aislamiento que se tomaron a nivel mundial a causa de la pandemia por Covid-19 aceleraron la transformación digital prevista años atrás con la aparición de esta nueva tecnología.
La aplicación de medidas sanitarias que obligaron a organizaciones alrededor del mundo a operar de manera virtual con sus empleados trabajando desde casa, así como los trámites cotidianos que tuvieron que acoplarse para que se realizarán desde el confinamiento, pusieron en evidencia, no solo el riesgo al que se exponen empresas e instituciones por la eventual fuga de información, sino el desafío que se debe enfrentar para implementar de manera rápida soluciones tecnológicas más ágiles, eficientes, autónomas e inclusivas, que además aporten una mayor confianza.
“Tanto en procesos sencillos como firma de contratos, trámites notariales y certificaciones académicas, así como en operaciones más complejas como transacciones bancarias, pago de nómina e incluso para el seguimiento de pacientes; la Blockchain se convierte en la única alternativa tecnológica capaz de ofrecer la agilidad, protección y confianza que requieren los procesos en esta nueva normalidad”, afirmó Pedro Gutiérrez, Director de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica y España de NEM Group Limited.
Al garantizar la inmutabilidad e inalterabilidad de sus registros, la tecnología Blockchain ofrece la seguridad, agilidad y transparencia en los procesos que ahora, más que nunca, deben expresarse de forma digital, reiteró Gutiérrez.
Estos son algunos ejemplos de su aplicación en este nuevo escenario:
• Mejor seguimiento y rastreo de cualquier proceso farmacéutico, incluido el de personas contagiadas, etc.
• Certificaciones académicas.
• Distribución de dinero a gran escala, es decir, pagos vívidos.
• Monedas digitales en bancos centrales: impulso masivo para hacer el proceso más rápido por lo ecológico e higiénico.
• Marcas de tiempo en cosas que hacemos virtualmente, por ejemplo, ayudar a las actividades de los empleados y los tiempos de ejecución.
• Los Contratos inteligentes o Smart Contracts agilizan la forma de hacer cualquier tipo de negocio o contrato, pues al no necesitar de intermediarios se reducen los costos, se aceleran los procedimientos y se genera una experiencia como usuario totalmente satisfactoria.