Por Alexander Moiseev, director global de negocios en Kaspersky
Los entusiastas de las carreras de autos quizá describan a la última década como la era de dos pilotos destacados: Sebastian Vettel y Lewis Hamilton. Pero para los ingenieros de la F1 y el gran equipo tras bambalinas, los últimos 10 años definitivamente estuvieron relacionados con la creciente digitalización de los autos de carreras. Hoy en día contienen tantas unidades de alta tecnología que tienen más en común con la Estación Espacial Internacional que con el vehículo promedio en las calles.
Cada componente del automóvil de carreras moderno incorpora un conjunto de sensores, desde los cerca de 50 incluidos en el motor, hasta aquellos integrados en los neumáticos que arrojan información sobre la carretera, el agarre, entre otros.
Todos estos sensores hacen posible la rápida transmisión, recopilación y análisis de datos vitales, necesarios para identificar posibles problemas, mejorar las estrategias el día de la carrera, conocer el desempeño individual de un piloto, así como el de los mismos autos, convirtiendo, lo que una vez fue un deporte basado en el instinto, en un conjunto de soluciones de TI que le “dice” a las personas qué hacer.
En la actualidad, no es posible pensar en el automovilismo sin la telemetría. Los ingenieros recopilan y procesan toneladas de datos durante cada viaje y la cantidad de información que se intercambia entre los autos de F1 y el equipo de soporte crece exponencialmente. Por ejemplo, hace apenas unos años un equipo extraía 60 GB de datos de un automóvil durante un fin de semana de carreras, hoy en día este número es de aproximadamente 2TB.
La tecnologia ha ayudado a las carreras a avanzar, impulsando a la Fórmula 1, tanto como lo han hecho los propios pilotos. Y así como los conductores usan cascos ultra protectores, asegurar los datos no es menos importante; lo sabemos de primera mano, dado a que hemos trabajado en la Fórmula 1 durante más de 10 años.
La década de 2010 también ha cambiado significativamente a los vehículos cotidianos: con el tiempo dejaron de ser solo un medio de transporte para convertirse en centros de entretenimiento, comunicaciones y productividad muy completos, con cientos de sistemas y aplicaciones conectados a Internet, la nube y su entorno.
Pero la complejidad y la seguridad de TI son características en conflicto. Cuantos más sistemas y códigos complejos tengan, hay más posibilidades de que se pasen por alto errores, incluso después de procedimientos de prueba exhaustivos, lo que pone en riesgo sus datos y a los propios vehículos.
No es de extrañar por qué durante los últimos 10 años nuestra experiencia asegurando soluciones complejas haya aumentado su demanda dentro de la industria del transporte. En la actualidad, Kaspersky trabaja con varios fabricantes de automóviles y de componentes clave conectados, convirtiéndose en un nombre reconocido en la ciberseguridad automotriz.
Nuestra colaboración con la Escudería Ferrari, que comenzó en 2010 y luego se expandió a la propia Ferrari, nos permite no solo proporcionar ciberseguridad de vanguardia para la infraestructura de TI única del legendario fabricante de automóviles, sino también aprender mucho sobre la industria automotriz en sí y trabajar para mejorar las formas en que podemos ayudarla. Nuestro conocimiento del automovilismo se está transfiriendo hoy a los automóviles conectados en la calle, a través de nuestros productos y servicios de nuestra oferta Kaspersky Transportation System Security.
A diferencia de las soluciones de seguridad puntual que no brindan protección general, Kaspersky Transportation System Security está diseñado para proteger todo el ecosistema de los vehículos conectados, incluida la infraestructura de transporte, las fábricas de automóviles, los componentes de los vehículos y los propios automóviles, brindando ciberseguridad de 360 grados a las terminales, sistemas TI y datos.
¿Qué le espera a la industria automotriz en el futuro?
Todos los fabricantes de automóviles con visión a futuro, sin duda, continuarán obteniendo lo mejor de las tecnologías más recientes, y estaremos sumamente entusiasmados por adaptar soluciones de ciberseguridad que respondan a sus necesidades.
Al mismo tiempo, los automóviles que rueden por las calles estarán cada vez más cargados de tecnologías interconectadas y, en consecuencia, la demanda de ciberprotección evolucionará.
Los analistas pronostican que para 2023, las ventas mundiales de automóviles conectados superarán los 76 millones de unidades, lo que significa que casi el 70% de los vehículos y camiones ligeros nuevos en todo el mundo serán enviados con conectividad integrada, lo que traerá nuevos servicios y modelos comerciales para los mercados automotrices.
La comunicación entre los componentes del auto, otros vehículos, así como la infraestructura de control de tráfico seguirá aumentando, junto con la cantidad de datos entre los usuarios del vehículo y el mundo exterior.
Además, la creciente tendencia de los vehículos autónomos requerirá del consenso de toda la industria para crear plataformas a gran escala para recopilar, procesar y compartir datos cartográficos específicos.
Por lo tanto, el papel de las tecnologías de la información en el sector automotriz será exponencial, mientras que los vehículos conectados y los sistemas de transporte inteligentes necesitarán una protección completa contra las amenazas y las brechas en línea.
Incluso podemos suponer que puede llegar tan lejos como, digamos que en 10 o15 años, algoritmos de IA estén compitiendo con deportistas reales o, incluso, entre sí en las pistas de carreras de automóviles superdeportivos y la gente los observará de cerca, como la ya conocida batalla de hombre contra computadora en ajedrez informático entre Deep Blue de IBM y Garry Kasparov en 1996-1997.
No podemos estar seguros de que eso sucederá eventualmente, pero estamos convencidos de que las futuras tecnologías necesitarán de la ciberseguridad como habilitador. Y Kaspersky tiene un conocimiento único y soluciones probadas en el tiempo que ya ayudan a lograr el futuro seguro de los vehículos conectados.