5 mitos que rodean a Cloud en 2022

Las tecnologías relacionadas con la experiencia del cliente (CX) representarán una cuota de mercado del 37% en 2024.

Con una cifra de gasto que alcanzará aproximadamente los 500.000 millones de dólares en 2022, según Gartner, lo que significa un aumento del 20% respecto a 2021, la nube pública está sin duda sobre la mesa de todas las organizaciones actuales en su viaje de transformación digital. Además, un 35% de este gasto lo ocupa SaaS, una modalidad que representa el mayor segmento de mercado de la nube pública.

Sin embargo, a pesar de las ventajas del modelo y que son múltiples, los estudios que ratifican sus resultados, como la encuesta de Accenture en donde casi 3 de cada 4 empresas recortaron costos con la migración al cloud hasta en un 11% y pudieron acelerar la traslación de su carga de trabajo en respuesta a la situación sanitaria.

Ante este escenario, los expertos de Liferay Inc., han analizado las principales preocupaciones que aún genera el salto tecnológico al cloud, elaborando un ranking con los 5 mitos que aún prevalecen en 2022 y que ralentizan su avance:

1# Mito de la precipitación 

El software empresarial se está transformando ante la constante presión que sufren las organizaciones para digitalizar rápidamente todas las áreas del negocio. Muchos ven el propio cloud y la migración de datos como un proceso complejo y sienten una presión extra “si no estoy en el cloud, no voy a ser competitivo, y estar en el cloud va a ser una tarea ardua y compleja”. Aquí la clave está en la elección del proveedor, porque la realidad es que las fórmulas que ofrece la nube actualmente permiten acceder a grandes tecnologías sin la necesidad de complejos desarrollos, sin preocuparse de mantenimientos, actualizaciones, y, de hecho, simplificando las tareas de integración.

Asimismo, gracias a las nuevas modalidades cloud las empresas pueden quitarse presión empezando poco a poco, utilizando los recursos necesarios y ampliando capacidades en el momento preciso. La nube no es sino un elemento que aligera presión sobre el proceso de digitalización y su proyección de futuro.

2# Mito de la personalización

Muchas empresas piensan que, por ejemplo, bajo el paraguas de un modelo SaaS van a obtener una solución cerrada, un paquete similar al del resto de compañías. Pero esto no es así, ha cambiado sustancialmente en los últimos años y la personalización es un valor más que habrá que buscar en la oferta de los proveedores del mercado. Lo importante es que las organizaciones sepan que aumentar la flexibilidad de soluciones y plataformas en la nube, con mayores capacidades de personalización, es ya de por sí una tendencia clave y donde se está enfocando gran parte de la competitividad y la oferta cloud actual.

3# Mito de seguridad

Los expertos siguen insistiendo: la nube puede ser mucho más segura que un centro de datos propio. Las inversiones de la industria en este tipo de sistemas se incrementa anualmente y las innovaciones y mejoras de la tecnología en la nube no dejan lugar a las dudas. Aspectos como la actualización continua o la gestión del cumplimiento integrada en las soluciones respaldan que no solo sean soluciones muy seguras, sino que además ayudan a implementar las normas y otras regulaciones en ámbitos como la protección de datos.

4# Mito del tamaño

Una parte del tejido empresarial sigue percibiendo que el número de empleados o el número de años de trayectoria en el mercado son algo relevante a la hora de abordar la nube. La realidad es que, si por algo se caracteriza la nube, es por favorecer modelos flexibles que permiten que empresas de tamaños más modestos puedan digitalizarse plenamente y disfrutar de grandes capacidades o funcionalidades tecnológicas, al mismo tiempo que reducen sus costos.

5# Mito de la accesibilidad

La compatibilidad, la integración o la accesibilidad a la información o a los datos son otras de las grandes preocupaciones en la mente de las compañías cuando dan el salto a cloud. La disponibilidad de la información está garantizada y, además, protegida por las actualizaciones automáticas de manera que todo es mucho más controlable. Las compañías deben empezar a ver cloud como una posibilidad de ir un paso por delante de sus competidores, midiendo y ajustando su tecnología ante cualquier tipo de cambio disruptivo.