Liderazgo efectivo: como desarrollar habilidades de liderazgo para impulsar el éxito empresarial

Las principales formas de gestionar una empresa pueden variar de un año a otro. En un mundo volátil y en cambio permanente, distintas tendencias cobran más peso que otras. En base a la tecnología disponible, basta con pensar en los cambios que trajo la Inteligencia Artificial y en los debates que genera a la hora de visualizar el impacto que tendrá en una empresa.

Ya sea con mejoras en la redacción de las descripciones de puestos y en avisos de empleos, más allá de las rutinas que incorpore la IA hay ciertos objetivos que no varían. Se trata de metas que son transversales a cualquier tipo de organización. Por ejemplo: el liderazgo es una de las mayores aspiraciones que puede tener una entidad.

Sean pequeñas, medianas o grandes en cada compañía se busca optimizar recursos para alcanzar el puesto más alto en su rubro. Es por eso que tanto para los recursos humanos como para los recursos materiales hay miradas que cobran fuerza y ganan cada vez más adeptos en el mundo corporativo. En síntesis lo que se busca es trascender y poder aprovechar al máximo el potencial de cada unidad productiva.

Liderazgos que trascienden

En ese sentido, administrar y gestionar recursos humanos son tareas que deben realizarse con un ojo puesto en el contexto predominante en el mundo laboral. De poco sirve tener un mecanismo aceitado puertas adentro que no dialogue con lo que pasa en la región. Estar al tanto de los últimos movimientos del mercado permitirá adaptarse con mayor facilidad a los cambios y evitar cualquier volantazo brusco que afecte todo lo realizado.

En el marco de una realidad dinámica que vuelve obsoletos millones de empleos mientras genera la necesidad de millones de nuevos empleos, capacitarse y reestructurar viejos hábitos son atributos esenciales. Si hay una única certeza es la falta de certezas absolutas. Por eso es necesario capacitarse con las mejores herramientas a mano para predecir cuál es la dirección adecuada en base al instrumental que tengamos a mano.

Para esta tarea es necesario un líder o capitán confiado en su proceder. Desde ya que no hay una única manera de liderazgo. En base al perfil de cada conductor pueden distinguirse entre líderes visionarios, líderes participativos, líderes autocráticos o de delegación por nombrar solo algunos. El tipo de liderazgo dependerá del equipo que se tenga a cargo, así como de la estructura en la cual se maneje.

Reconocer y estimular capacidades

Sin embargo, más allá del estilo, una virtud que cada gerente debe cultivar es la transmisión de sus saberes. Así también como saber inculcar rutinas y saberes que sean sostenibles en el tiempo y no requieran de una complejidad que los convierta en anclas.

Otro aspecto clave a la hora de desarrollar habilidades de liderazgo que permeen a los distintos empleados es la evaluación constante y el estímulo para que obtengan nuevas capacidades o perfeccionen las que ya tienen. Esto es posible por medio de programas de capacitación que escapen del modo tradicional y aprovechen al máximo el potencial de las plataformas de aprendizaje.

Junto a eso es posible monitorear cuáles son los aspectos en los que sobresale cada empleado a través de tests y juegos que ponen a prueba la personalidad. De la misma forma lúdica puede detectarse el modo de lidiar con situaciones complejas o que ponen a prueba una rápida capacidad de decisión.

Navegar sobre rio seguro

A su vez, todo líder debe tener la destreza para retener a los mejores talentos de cada área. Esto se demuestra con una mayor flexibilidad a la hora de encarar el trabajo. Ya no es suficiente solo con capacitaciones, sino que hay otras acciones que mejoran el desarrollo de cada uno de los gerentes.

Sobre el modo correcto para manejar recursos humanos no hay una única receta pero puede traducirse en generar una buena relación entre empleados y empleadores en el compromiso de la firma. Como parte de un mismo barco debe tenerse en claro que los mejores talentos deben permanecer a bordo el mayor tiempo que sea posible. Ya sea desde atención al público como para quienes se encargan de las áreas internas más sensibles, estimular una cultura sólida de trabajo es vital para generar un vínculo afectivo con cada espacio.

El desafío de cada día tanto para la tripulación como para los pasajeros es encontrar el equilibrio entre bienestar general y ritmo de producción. Nada mejor que este buen puerto para sintetizar la aspiración de obtener el mayor éxito empresarial.